Vía @Serxiuxo
Roberto Enrique Agüera Ibañez, ex rector de la BUAP durante 9 años, registró su candidatura a la presidencia municipal de Puebla por la coalición Mover a Puebla, integrada por el PRI y el PVEM.
Jaime Alcántara Silva, que recién solicitó licencia a la Dirección de Aeronáutica de la PGR para ausentarse de su cargo, fue el enviado del CEN para coordinar la campaña de Agüera. El Comité Directivo Estatal del PRI también presentó a Juan José Castro Justos, Javier Michel Díaz y Sergio Marcelino Bravo Sandoval como tres de los ocho delegados del PRI, colaboradores de Fernando Moreno Peña, también mesías del CEN, quienes operarán la elección de Puebla.
El hermano de Jaime, Juan Manuel Alcántara Silva, se encuentra inhabilitado por 12 años para ocupar un cargo público, tras las denuncias penales en su contra mientras ocupaba la jefatura del Departamento de Logística de la extinta SCT.
Son los propios priístas quienes consideran que nombres, en vez de Jaime Alcántara Silva, como Melquiades Morales Flores, ex gobernador de Puebla; Blanca Alcalá Ruiz, senadora del PRI, presidenta de la Comisión de Cultura y ex alcaldesa de Puebla; Enrique Doger Guerrero, ex alcalde de Puebla y ex rector de la BUAP; Javier López Zavala, coordinador general de promoción al voto en Puebla de la campaña de Enrique Peña Nieto; Jorge Charbel Estefan Chidiac, director general de BANSEFI y ex diputado federal; Juan Manuel Vega Rayet, delegado de Sedesol en Puebla, ex presidente del PRI, ex diputado y ex alcalde de la entidad; Héctor Sulaimán Safí, presidente de la Fundación Colosio; entre otros, hubieran sonado mejor para la campaña de Agüera, pues consideran que su arraigo con los grupos locales de la entidad es de mejor entendimiento.
En comparación con otros procesos, actualmente la promoción del voto en Puebla, y la lucha interna por las candidaturas y el control de ayuntamientos, son inefables. Sobran elegibles hasta de la oposición; Movimiento Ciudadano y PT cuentan con plantillas en la mayoría de los municipios, siendo Puebla Unida, encabezada por el PAN y PRD, y Mover a Puebla, por el PRI y PVEM, las coaliciones que más gastan para inmiscuirse en las zonas remotas del estado. La coacción del caciquismo, promovido por los grupos de choque regionales de la Sierra Norte, principalmente en los distritos de Tezuitlán, Xicotepec y Huauchinango, por el control de las zonas y rutas hacia Poza Rica, así como la presencia de la delincuencia organizada, nublan el panorama de la capital poblana.
Bien, ¿quién es Agüera?
En 2010, Deniese Maerker, cuando era titular de Punto de Partida en Televisa, presentó un reportaje sobre el entonces rector de la BUAP y cómo, y con ayuda de quiénes, se volvió millonario.
“Enrique Agüera en Punto de Partida, segunda parte”:
Viajes al extranjero, compras, aviones privados, influencias, amedrentamiento y gasto público son detallitos que el candidato priísta llevará en la espalda durante la campaña, hasta las elecciones en Julio.
¿Por qué Agüera?
Dentro del PRI; Agüera contendió por la candidatura frente a Enrique Doger Guerrero y José Chedraui, empresario amigo de Peña Nieto, quien afirmó, en entrevista con El Sol de Puebla en Octubre de 2012, no debería influir su cercanía con el presidente para su elección como candidato. Y así fue, parece que la decisión del CEN para concentrarse en Agüera se debió a la imagen negativa de los demás precandidatos. Por favor, no lo eligieron por honesto, desde luego, sino por tener la cola más corta.
Agüera, por designación del CEN y recomendación del secretario de Gobernación, Osorio Chogn, ya cuenta con los servicios del consultor Juan Carlos Limón, dueño de la agencia By Power, quien deberá diseñar y asociar la imagen personal del candidato con la de la BUAP, y su trascendencia académica, para maquillar las impurezas de sus actos porriles.
Sin embargo, una de las principales razones de por qué Agüera es candidato, y no Chedraui ni Doger, fue la estrategia de confrontación con la alianza Puebla Unida: Reventar a Antonio Gali Fayad, su candidato, estirando los tiempos para ejecutar las denuncias previstas por presuntas violaciones a la ley electoral, por anticipar actos de campaña.
Así las cosas, pues; lo que se le viene a Puebla.
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